Relojes: El esmalte lo dice todo


TEXTO: DAVIDE PASSONI

Elegir un reloj suele ser, casi siempre, un acto de amor a primera vista. En el amor, basta una mirada para sentir mariposas en el estómago; en un reloj, la chispa se enciende al contemplar la esfera. Con el tiempo, descubrimos la belleza interior —en una persona, su esencia; en un guardatiempo, la precisión de su mecanismo—, pero es la carátula que despierta la pasión.

Para los maestros relojeros, la carátula es un lienzo en blanco: un espacio donde expresar su savoir-faire con técnicas decorativas que rinden homenaje a la tradición. Entre ellas, el esmaltado ocupa un lugar especial. Los relojes que ostentan una esfera realizada total o parcialmente en esmalte figuran entre los más codiciados del mundo, no solo por la complejidad de su elaboración —casi alquímica—, sino también por la elegancia implícita en su terminología: Grand Feu, Petit Feu, Champlevé, Flinqué, Cloisonné. Palabras que evocan arte, dedicación y un nivel de artesanía capaz de transformar la lectura del tiempo en una experiencia estética, dónde hay formas de hacer que el tiempo no pese. Que cada hora se viva con ligereza y estilo.

1. Vacheron Constantin.

Esmalte Grand Feu para Les Cabinotiers, un homenaje a la Tour de l’Île.

2. Patek Philippe.

Oro blanco y esmalte Grand Feu Cloisonné para su Horas Universales Ref. 5231G.

3. Audemars Piguet.

El Code 11.59 Grande Sonnerie Carillon Supersonnerie tiene una carátula de esmalte Guilloché y Flinqué.

4. Rolex.

Colores intensos para el Day- Date 36 con esmaltado Champlevé.

5. Hermès.

Elaborado en esmalte Paillonné, un caballo ilumina el Arceau Robe Légère.

6. Jaeger- LeCoultre.

Esmaltado Grand Feu en miniatura: 15 cocciones y 60 horas de trabajo para el Reverso.

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