México es una ciudad que nunca duerme, y sobre todo, que nunca deja de sorprender y de crear. En el mundo de la cocina sucede igual: nuevas recetas, nuevos productos y nuevos restaurantes. Amamos la novedad, eso es cierto, así que aquí van algunas de las más destacadas en el universo de los restaurantes de la ciudad. Un desfile de novedades con sabores de altura.
Uno de los más aplaudidos es Loretta Chic Bistro, en Avenida Revolución, hermano del prestigioso Lorea, por obra y gracia del chef Abel Hernández. Mantiene su acento francés, pero con un espíritu más joven y descarado, con recetas de vanguardia que hacen guiños a la cocina italiana y mediterránea.

Noso, cocina de autor, otra novedad de nivel: Sandra Fortes y Miguel Hidalgo se conocieron en las cocinas del mejor restaurante del mundo, El Bulli, con Ferrán Adriá, y de ahí nació el proyecto de un restaurante en México, que tras pasar por dos de los mejores del País Vasco, Akelare, y Zuberoa, desemboca en Masaryk. Comida sofisticada que no renuncia a los platos de puchero de toda la vida. Un ejercicio de talento y dominio de la cocina en todas sus versiones.

Cascabel es otra importante novedad de recetas mexicanas en Santa Fe: maíz, chile, frijol y mole que reivindican una cocina noble y muy nuestra. En la cocina, Lula Martín del Campo.
La tristeza de ver que Biko cierra por unos meses nos trae la alegría de que sus chefs, Mikel Alonso y Gerard Bellver, siguen enredando en la cocina, esta vez en un nuevo espacio, LUR, muy acogedor, con precios razonables y cocina sobresaliente. Disfrutamos de buen pescado, grandes platillos de carne, hamburguesa, verduras y sopas de primer nivel.
La cocina oaxaqueña siempre ha sido muy querida en la Ciudad de México. Esta vez llegó a la colonia Condesa por la puerta grande, con Pasillo de Humo, en Parían Condesa. Alam Méndez triunfa desde el minuto uno. Sus tacos y mole negro seducen a cualquiera.

Muy cerca, otra agradable novedad de cocina de la república, esta vez del norte, llega con la mítica Guerrerense. Los famosos mariscos de Ensenada aterrizan también en Nuevo León 107. La carreta de mariscos más famosa del mundo, objeto de documentales en Europa y Estados Unidos, está aquí con la magia de la señora Sabina.
Su carrito es destino de peregrinaje gourmet. Kaye, en Alfonso Reyes 108, es otra novedad: cocina valiente de un chef valiente, Pedro Martín, que no quiere hacer una cocina clásica ni fácil de ubicar, llena platos mediterráneos de condimentos mexicanos, originales tostadas, un buen atún y la sorpresa de una buena coctelería. Un espacio elegante y muy completo.
Una leyenda que crece, Elena Reygadas, después de su venerado Rosetta, se atreve con otra aventura, Lardo, en Agustín Melgar 6. Una cocina de calidad con guiños a la cocina europea, antológicos desayunos, pizzas memorables, pollito lechal: una comida que no defrauda.
Por otro lado, y con acento italiano de mucha calidad, La Trattoria Palacio en la calle Platón, en Palacio de Hierro. Una apuesta fuerte y sabrosa por una cocina de pasta, risotto y salsas gourmet, equiparable a cualquier gran restaurante de Milán, Roma o Florencia.
En el agitado Masaryk, dos novedades de mucho éxito: Vasconcelos, en una típica casa de Polanco perfectamente decorada en tres plantas, con sitio incluso para una taquería en el interior; cocina de México de primer nivel, con excelente materia prima y buen ambiente.
En Rosa Negra, la carta es más ambiciosa, pues recorre todo el continente americano con acierto y nos lleva desde Chile a Perú, de México a Argentina. Ambiente muy animado de día y de noche, es uno de los lugares de moda.
Otros lugares legendarios cambiaron de sitio pero no de cocina, como Los Canarios, ahora en Emilio Castelar; Arturo’s en la misma calle, en el 213, con su homenaje a la cocina francesa de calidad, buenos caracoles, gran vino, sopa y pescado meunier. Perfecto para afrancesados, Porfirio Díaz hubiera sido feliz.
Y el mítico Pujol, que ahora nos recibe en Tenysson, con un mole que nos hace llorar después de más de mil días de elaboración, por no hablar de sus tacos, su pulpo y sus botanas, que explican por qué es uno de los mejores restaurantes del mundo. Las cocinas de México echan humo del bueno, del que despierta el apetito.