¿Cómo nació SCALPER? ¿Fue primero barbería, estudio o ambas cosas al mismo tiempo?
SCALPER nació con la idea de ofrecer un servicio enfocado al trato personalizado del hombre. Mis papás siempre tuvieron una estética de belleza, y a partir de esa experiencia quisimos crear un espacio exclusivo para ellos. Al principio lo llamamos “estudio” porque la idea era que fuera un salón de belleza especializado en el cuidado masculino. Sin embargo, en 2014, justo cuando abrimos el primer SCALPER, llegó el boom de las barberías en México. Ahí decidimos darle un giro y enfocarnos en desarrollar el concepto de la barbería mexicana, con identidad y estilo propio.
Qué distingue a SCALPER Barbería de otras en la ciudad?
En SCALPER la diferencia está en la experiencia completa. Mantenemos una atención al cliente que va más allá de un buen corte: ofrecemos tragos de cortesía, masajes y un servicio totalmente personalizado. Nuestras instalaciones son de primer nivel, y cada sucursal tiene su propia esencia, adaptada al barrio en el que está ubicada. Además, contamos con un equipo de barberos de altísimo nivel. Para nosotros, una buena barbería debe tener un estándar de profesionalismo que garantice que cada cliente quiera volver.
SCALPER es más que un negocio, también es una marca con estilo. ¿Cómo construiste esa identidad?
La identidad de una marca no se construye en uno o dos años; es un proceso que toma tiempo y muchas decisiones. En nuestro caso, comenzó desde el branding y el diseño de las instalaciones, cuidando que cada detalle reflejara la esencia de SCALPER. Han sido años de buscar el rumbo correcto, de ajustar la visión y de construir una marca sólida. Con varias sucursales, entendimos que la identidad debía ser reconocible en cualquier lugar: que al verla, supieras inmediatamente que es SCALPER. En estos 11 años hemos cambiado logos, colores y conceptos, pero cada cambio nos llevó a lo que hoy tenemos: una marca consolidada y con un estilo propio.
Cuál ha sido el reto más grande al posicionar SCALPER en un mercado saturado?
Creo que el mayor reto ha sido el personal, nuestros barberos. Cuando comenzó el boom de las barberías, la demanda de talento era muy alta y la oferta limitada, lo que hacía que fuera un desafío conseguir y mantener a buenos profesionales. Formarlos, capacitarlos y lograr que se sientan parte de la empresa ha sido clave, especialmente en un sector donde la rotación de personal es muy alta. En el mercado de las barberías, cuidar y fortalecer al equipo ha sido, sin duda, nuestro mayor desafío.
¿Dónde ves a SCALPER en cinco años? ¿Nuevas sucursales, líneas de productos, algo más?
En cinco años, veo a SCALPER con más sucursales, expandiéndonos incluso a otros estados de la República. También visualizo alianzas estratégicas, por ejemplo, colocando barberías dentro de tiendas de departamentarles o encadas a life and style. Actualmente ya contamos con productos de nuestra propia marca, y la idea es ampliar la gama, mejorando la calidad para poder distribuirlos también a otros distribuidores y barberías premium. En general, veo un plan de crecimiento ambicioso que no solo aumente nuestra presencia física, sino que consolide a SCALPER como una marca de referencia en estilo y cuidado masculino.
