El invierno tiene su propio lenguaje: el crujir de la nieve bajo los pasos, el vapor que se eleva del té caliente, la luz tenue que recorta las montañas al atardecer. Es una estación que invita a bajar el ritmo, a viajar sin prisa y a encontrar belleza en los contrastes.
Japón

Ubicado en la isla de Hokkaido, el invierno en Niseko no solo se vive, se contempla. Entre montañas cubiertas de blanco y un silencio que parece suspendido en el aire, la nieve adquiere una textura única. Ligera, seca y casi mágica, la llamada powder snow es considerada una de las más finas del mundo, haciendo que cada descenso se sienta como flotar sobre la cumbre.

El invierno alcanza su expresión más serena en el Park Hyatt Niseko Hanazono, un refugio de lujo que combina diseño contemporáneo con la calidez de la hospitalidad japonesa. Sus habitaciones y suites cuentan con amplios ventanales que enmarcan vistas panorámicas de las montañas nevadas, mientras que su spa ofrece tratamientos termales inspirados en la tradición local. La oferta gastronómica destaca por su cocina refinada y menús de temporada. Mientras que desde el majestuoso lobby hasta las áreas al aire libre, están diseñados para brindar confort, privacidad y momentos de contemplación, haciendo de cada estancia una experiencia de bienestar completa.

A pocos minutos, las estaciones que conforman Niseko United: Grand Hirafu, Hanazono, Niseko Village y Annupuri, despliegan kilómetros de terreno esquiable, desde pistas meticulosamente cuidadas hasta aventuras de backcountry que parecen infinitas, siempre bajo la mirada imponente del Monte Yotei.
Italia

Esquiar en las Dolomitas es adentrarse en un paisaje que parece salido de un sueño alpino. Declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, estas montañas del norte de Italia combinan belleza escénica con una infraestructura impecable. Entre valles y picos rosados que se tiñen de dorado al amanecer, cada visita a este destino ofrece una mezcla perfecta de adrenalina y serenidad. Un lienzo interminable de pistas que se prolonga más allá de la vista, conecta pueblos pintorescos como Val Gardena, Cortina d’Ampezzo y Alta Badia donde la cultura italiana se experimenta en cada detalle. Desde un espresso antes de subir a la cima, hasta la pasta y pizza perfecta que te esperan para terminar el día.

Sobre este escenario idílico, en el corazón de Cortina d’Ampezzo, el Hotel de Lën se realza como un hospedaje contemporáneo que escucha al paisaje. Renovado en 2021 sobre los cimientos del histórico Hotel Impero, su arquitectura fusiona la tradición alpina con el diseño minimalista, destacando la madera local como protagonista donde cada una de las 22 habitación es revestida con pino suizo y abeto antiguo. Destaca el spa en la azotea que ofrece vistas panorámicas de 180° de la ciudad y las montañas circundantes, donde los huéspedes pueden disfrutar de saunas finlandesas, baño turco y jacuzzi exterior.

Otra excelente opción para hospedarse es el icónico Aman Rosa Alpina ubicado en el pintoresco pueblo de San Cassiano. Fundado en 1939 por la familia Pizzinini, el hotel ha sido transformado en un resort Aman tras una completa renovación dirigida por el arquitecto Jean-Michel Gathy, desenvolviéndose en una obra maestra de lujo que, durante el invierno, ofrece acceso directo a las pistas de esquí de Dolomiti Superski con 1,200 kilómetros de pistas y 450 remontes.
Estados Unidos

En invierno, Estados Unidos despliega algunos de los mejores escenarios para esquiar. Entre los imponentes Rockies, con más de 5,300 acres esquiables, Vail se consagra como uno de los más emblemáticos del país. Fuera de las pistas, el encanto alpino se vive en cada detalle. Calles pintorescas alineadas con restaurantes, boutiques, cafés y un après-ski vibrante que mantiene el espíritu de montaña encendido hasta la noche.

Para completar la experiencia, el Four Seasons Resort & Residences transforma la estadía en la montaña. Con amenidades como piscina climatizada frente a paisajes nevados, spa de clase mundial y una propuesta gastronómica que celebra sabores locales en su restaurante Flame, cada detalle invita a disfrutar.
Suiza

El invierno en los Alpes suizos despliega un encanto atemporal. Lagos helados guardan un silencio cristalino y pueblos alpinos con fachadas de madera, campanarios históricos y plazas que guardan la esencia de otra época. Sin duda, recorrer las calles para probar platillos tradicionales como el rösti, torta de papa rallada y frita o la clásica tarta de nuez, nusstorte, es un imperdible que permite adentrarte en la cultura y cocina suiza.

Para hospedarse, el Six Senses Crans-Montana ofrece una experiencia de lujo sostenible con acceso directo a las pistas de esquí. Este moderno refugio combina arquitectura alpina contemporánea con un spa de 2,000 m² que integra terapias tradicionales y tecnología avanzada. En St. Moritz, el emblemático Badrutt’s Palace Hotel se erige como un ícono de elegancia suiza desde 1896. Con vistas al lago y las montañas, ofrece 112 habitaciones y suites, ocho restaurantes, y un spa ecológico. Además, su torre histórica es un símbolo de la ciudad mientras que la gastronomía varía desde la alta cocina francesa hasta propuestas casuales para todo tipo de paladares.
Canadá

Con pistas para todos los niveles y un pueblo lleno de vida, Whistler brinda vivencias inigualables. Además, este destino en la emblemática British Columbia cuenta con una variedad de actividades desde esquí y snowboard hasta paseos en raquetas, heli-esquí, tubing y trineos.

Para disfrutarlo al máximo, el Four Seasons Resort Whistler se presenta como un santuario al pie de la montaña de Blackcomb que encarna un ambiente cálido y acogedor. La escena culinaria sorprende con opciones como el restaurante Sidecut, que rinde homenaje a la cocina de altura con ingredientes locales y técnicas contemporáneas, y el Audain Lounge, ideal para disfrutar de un cóctel frente al fuego después de esquiar.
Por otro lado, en la provincia francófona de Quebec, Le Fairmont Tremblant es ideal para quienes buscan combinar esquí y confort. Sus habitaciones y suites ofrecen vistas inigualables de Mont-Tremblant, mientras que su spa, piscinas y opciones gastronómicas celebran la relajación y los sabores locales e internacionales en todas sus formas.

Cada uno de estos lugares redefine lo que significa escapar del invierno: no se trata de huir del frío, sino de abrazarlo. De escuchar lo que el paisaje tiene que decir cuando todo se cubre de blanco.
Para más inspiración: https://nuba.com/mx/
