Su ascenso global no sería el mismo sin la alianza estratégica con Fraternity Spirits, el distribuidor costarricense de bebidas premium que, desde 1994, ha impulsado su expansión internacional con precisión y visión. Hoy, Corralejo está presente en 92 países, conquistando barras en Tokio, Berlín y Nueva York.
Fiel a su esencia, Corralejo mantiene un proceso de destilación que honra la herencia del agave azul, ofreciendo un portafolio versátil que va del Blanco al Extra Añejo. Esta amplitud le ha permitido conectar con dos universos que, aunque distintos, coinciden en la búsqueda de excelencia: los puristas que valoran el carácter tradicional del tequila y los mixólogos que encuentran en la marca una plataforma ideal para la creatividad contemporánea. Ese equilibrio entre autenticidad e innovación es hoy uno de sus mayores sellos de identidad.
La expansión de Corralejo ha sido tan sólida como estratégica. Gracias al respaldo de Fraternity Spirits, la marca ha logrado un crecimiento sostenido que se refleja en su presencia cada vez mayor en retail, e-commerce, tiendas especializadas y centros de consumo. Solo en mercados clave como España, la marca suma entre 300 y 400 nuevos puntos de venta al año, consolidándose como uno de los referentes premium preferidos por consumidores y profesionales de la industria.
El reconocimiento internacional tampoco se ha hecho esperar. Corralejo ha brillado en concursos como la San Francisco World Spirits Competition y ha recibido menciones por su impecable estrategia de distribución, como Who’s Who in Spirits. Además, su presencia constante en ferias globales —TFWA, Vinexpo, ProWein y Foodex, entre otras— confirma el lugar privilegiado que ocupa en la industria y su compromiso con seguir expandiendo la cultura del tequila.
Hoy, a 30 años de esa primera exportación, Corralejo reafirma su papel como embajador de México en el mundo. “Corralejo es más que un tequila: es un embajador de México en el mundo. Nuestra misión ha sido llevar su esencia a cada rincón con una distribución estratégica y un crecimiento responsable”, destaca Rogelio Pérez, CEO de Fraternity Spirits World. Tres décadas después, el mensaje es claro: Corralejo no se bebe… se vive.
