Terry O’Neill, un icono de capturas legendarias

El maestro que hizo inmortales a los mitos acaba de fallecer. Retrató a los grandes talentos de las últimas décadas. Todo el siglo XX cabe en la cámara de quien fuera nombrado Comendador de la Orden del Imperio Británico. Sus instantáneas legendarias son piezas de museo.

 

Hizo la primera foto de The Beatles, en un callejón de Abbey Road, que fue portada e icono mundial. El periódico se agotó: la música pop comenzaba a ser una revolución.

    

También hizo la primera instantánea de The Rolling Stones antes de sacar su primer disco. “Eran totalmente inocentes. Aún no habían pasado por sus vidas las chicas ni las drogas”, dijo O’Neill.

Además de las bandas más importantes de la década de los 60, supo captar el ritmo de la época. Para él posaron Led Zeppelin, Eric Clapton, Sinatra y David Bowie. Fotografió desde el glamour de Marlene Dietrich al peculiar descaro de Amy Winehouse, pero antes de ganarse la vida con la cámara trabajó como baterista en una banda de jazz. Viajó a Estados Unidos para convertirse en músico, pero en el aeropuerto vio al secretario de Asuntos Exteriores británico dormido y le hizo un retrato. La foto dio la vuelta al mundo y su vida cambió para siempre.

Se casó con la actriz Faye Dunaway. Siete años antes la había retratado en una mítica imagen para la revista People en donde la actriz está sentada frente a la alberca y descubre que su mundo ha cambiado con un Premio Oscar en la mesa. “Yo quería capturar eso”, dijo Terry. En el hotel Beverly Hills hizo la foto más irónica de Hollywood de todos los tiempos.

El mundo del cine no le era ajeno, por eso cazó con su cámara a Michael Caine, Brigitte Bardot, Raquel Welch, Liz Taylor, Audrey Hepburn, Robert Redford, Paul Newman y Sean Connery, además de participar en películas de James Bond. Un gentleman inglés que vivió los años 60 en primera fila.

Le apasionaba seguir a grandes personajes y mantenerse a su sombra. A Frank Sinatra lo acompañó durante treinta años y por décadas a Elton John. Según O’Neill, “las tres reglas fundamentales de un gran fotógrafo es ser invisible, tener paciencia y saber combinar discreción y relaciones públicas”. De Mandela a Pelé y de Mary Quant a Kate Moss; así inmortalizó el rostro de las leyendas.

Autor


TE RECOMENDAMOS