Recientemente conquistaron nuevamente los aires al presentar una versión renovada del Navitimer, ahora la firma liderada por Georges Kern nos lleva a las profundidades de los océanos con una reinterpretación del Superocean Slow Motion, que los entusiastas de la marca reconocen por la influencia que tuvo como pieza de buceo durante los años 60 y 70.
La pieza en cuestión llego para saciar el creciente interés en el buceo de la época, en específico el Superocean Slow Motion, se destacó por ofrecer horas y minutos sin la indicación de los segundos, ya que se consideró, que no era relevante para los buzos, pero sus creadores, en su lugar integraron un revolucionario cronógrafo basado en minutos, al que llamaron Slow Motion, ya que tardaba una hora en realizar una rotación completa en la carátula. Hay que subrayar que esta nueva colorida colección, recupera la manecilla de los segundos, para satisfacer en esta ocasión, a los usuarios modernos.

La nueva colección Superocean se ha creado en cuatro tamaños, 46, 44, 42 y 36 mm, todos con carátulas coloridas que, sin duda reflejan diferentes estilos o aventuras, donde se ha puesto atención a los materiales, ya que se ofrecen versiones de acero, acero-oro y una de las más llamativas: bronce, misma que sólo está destinada para los guardatiempos de 44 y 42 mm que, como lo saben los entendidos de la relojería, ofrece con el tiempo una pátina distinta según en uso de su propietario.
Es claro que al tratarse de un Superocean, su resistencia al agua debería ser de altos estándares y lo es, ya que sus creadores permiten que un buzo experimentado pueda llevar el guardatiempos hasta los 300 metros, perfecto para descubrir las profundidades. Además presenta manecillas anchas e índices recubiertos de Super-Luminova que sin duda permiten una muy buena lectura en momento de escasa luminosidad. Otro detalle que vale la pena mencionar es que se ha incluido un bisel unidireccional para los tamaños más pequeños, mientras que para el de 46 mm se dotó de un bisel bidireccional con bloqueo.
Lo mejor de todo es que su distintivo minutero cuadrado conocido como Slow Motion ha regresado. Además como un guiño al pasado, se colocó un punto en la manecilla de los segundos en referencia a la ventana circular de la pieza original a las 6 en punto que mostraba diferentes colores para indicar si el cronógrafo basado en minutos estaba activado, en pausa, o apagado. Por último, mencionar que el movimiento es automático Breitling Calibre 17 que ofrece una reserva de marcha de 38 horas.