Un siglo después de haber acogido el certamen deportivo con mayor eco internacional, toda la atención se vuelve a centrar en la capital del Sena. Famosa por sus variadas propuestas hoteleras, hemos visitado un quinteto de las mejores suites, pensadas para los clientes más exigentes que amen o no el deporte.
Pura costura
En plena Avenue Montaigne, la de las grandes boutiques de lujo de la capital gala, se halla la Plaza Athénée, el hotel que frecuentara el maestro de la costura Christian Dior. En su homenaje al arte que el desarrolló, disponen de la suite Haute Couture, con espléndidas vistas a la torre Eiffel.
Abierta al cielo
Frente a los jardines de las Tullerías y muy cerca del museo del Louvre, se alza Le Meurice. Su suite La Belle Étoile, de 650 metros cuadrados y con una terraza privada de alrededor de 300, no tiene rival en la capital francesa. Por su tamaño, bien podría recibir el calificativo de “suite olímpica”.
En busca del sueño perdido
Durante más de tres décadas, Gabrielle Chanel residió en el Ritz, donde además cerraría los ojos para siempre. Otro de sus asiduos fue Proust, que cuenta con suite, como la Grande Mademoiselle. La del escritor destaca por la calidez de sus muros de madera y su aire de salón literario.
Mirando al Sena
Perteneciente al Grupo LVMH, Cheval Blanc ocupa uno de los edificios de la tienda departamental La Samaritaine. Su suite Notre-Dame, de estilo Art déco, desde donde se divisa el Sena y las torres de la histórica catedral, colma las expectativas de todo amante de los grandes hoteles de lujo.
Una auténtica joya
Aparte de estar ubicada en el enclave de las grandes joyerías internacionales, próximo al Ritz, el 1 Place Vendôme cuenta con el impulso de la exclusiva firma Chopard. No es de extrañar, por tanto, que la mejor de sus suites porte el nombre de Appartement Chopard.
