Anatomía de un clásico

En la década de 1970, los nuevos relojes de cuarzo precisos y de bajo coste que inunda- ron el mercado sumieron a la industria relojera suiza en una profunda crisis. Pero la competencia de los fabricantes extranjeros obligó a las marcas suizas a idear nuevos tipos de relojes.

El nacimiento de los llamados relojes sporty-chic fue, probablemente, el primer paso en la salida gradual de las marcas suizas de la oscuridad en la que habían terminado: no es casualidad que se trate de un tipo de reloj que sigue teniendo mucho éxito hoy en día y del que el Overseas de Vacheron Constantin es uno de los símbolos.

La colección nació en realidad en 1996 como descendiente de otro reloj, el 222 de los años setenta. El desarrollo del Overseas se confió a un equipo de diseño que incluía a Dino Modolo, un diseñador de relojes externo, y Vincent Kaufmann de Vacheron Constantin. Más que un reloj deportivo de alta gama, el Overseas tenía como objetivo atender a los viajeros de todo el mundo que que- rían una estética informal pero elegante.

Fue construido alrededor de una caja en forma de tonel con un bisel estriado que recuerda a la cruz de Malta, el símbolo de la maison. Sus líneas dinámicas se ampliaron con un brazalete integrado con eslabones geométricos. Evolucionado a lo largo de las décadas sin perder su ADN, este año se ofrece en una versión con carátula verde, un color que llevó varios años de desarrollo y que se devía de los códigos clásicos de Overseas (negro, plata, beige rosado y azul), enfatizando su vocación aventurera.

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