El universo del vino se extiende en ocasiones más allá del sabor, del aroma, del color, de la textura o de cualquier otro concepto de los que adornan su disfrute.
Con conexiones con el arte, en otras con el diseño o incluso con el wellness, la arquitectura es, sin embargo, uno de sus mayores aliados. Grandes bodegas para crear grandes vinos, parece ser la filosofía. Un continente a la altura del contenido.
Por eso, bodegas de todo el mundo, preferentemente en Europa y América, echan mano de los más importantes arquitectos para proponer una experiencia diferencial y exclusiva que las convierten en auténticos templos del vino.