La complicidad entre el caballo y el hombre comenzó desde principios de la humanidad. Jinete y caballo han estado hermanados durante siglos en una gran aventura. Esta unión única y mágica, este universo de emociones y sentimientos, se reflejan en la magnífica obra del prestigioso fotógrafo Uli Weber en The Allure of Horses, un libro editado por Assouline.
El artista explora esta relación en diferentes ámbitos: en las carreras, trabajo de campo o con el elegante Duque de Richmond. Un deporte re nado y una bestia veloz y fuerte. Espacios muy diferentes, desde palacios a ejércitos, con un mundo de artesanía y pasión de fondo.
“Si pudiera elegir, viajaría siempre a caballo,” decía Linda McCartney. Por su parte, un mítico jugador de polo con esa su admiración por la destreza animal: “El 70 por ciento del éxito es del caballo; 30 por ciento es mérito del hombre”. Belleza pura capturada desde el universo de los que viven con los caballos y los aman, de la caza a las carreras, y todo lo que hay en el medio. Estamos ante un retrato del british lifestyle, metáfora de la elegancia universal.
El libro muestra la variedad de la comunidad equina, desde las vibrantes carreras de obstáculos, que son un teatro cumbre de estilo, a los disciplinados cambios de guardia con animales dóciles, o el placer de sentirse en libertad cabalgando por el campo inglés. El libro es un testimonio del placer que viven los que sienten de cerca los caballos, sean celebridades, personas anónimas o aquellas en el glamour de una carrera épica, en la soledad del herrero o el artesano en las caballerizas y el guadarnés. Con un prefacio de Kate Reardon, el lector se sumerge en imágenes contagiosas que remiten a esta histórica alianza con la bestia, que comenzó en los bosques y ha llegado a los palacios.
La belleza indiscutible del caballo forma parte de la mitología, la literatura y la poesía, y ha sido motivo de inspiración para escultores, pintores o retratistas. En México, el mundo del caballo es un universo de prestigio y tradición. En Oaxaca, por ejemplo, prosperó la talabartería con artículos de piel y cuero, como sillas, correas y arneses, obra de artesanos que han formado parte de las comunidades, en las haciendas y en los ranchos, y que son admirados en todo el mundo.
Por su parte, el filósofo Fernando Savater dedicó un libro al juego de los caballos, donde relata y con esa la más constante de sus pasiones: las carreras, su ambiente, sus protagonistas, sus anécdotas y sus metáforas. Savater desmiente la visión elitista del hipódromo, pues lo que une al público es una pasión. Al respecto, Gabriel Oliveira escribió: “De mi caballo aprendí que la fuerza se complementa con la nobleza y la lealtad”. De monta, de tiro, de carga, de carreras, de compañía; de caza, de doma, de toreo o de salto, el caballo acompaña al hombre en la aventura de la vida. Este libro refleja esa hermandad, la complicidad entre el hombre y el animal. No te pierdas una mirada a la seducción del caballo.