La elegancia de Erwin Creed destaca en el primer encuentro, nos vemos en la primera planta privada de la tienda de perfumes Creeden Masaryk. Ununiverso de aromas asombrosos, Aventus, Queen of silk, Original Vetiver… colores, diseño, ofrece una mirada contemporánea a una casa que lleva siglos perfumando a aristócratas, reyes, emperadores, artistas y reyes como Jorge III o la Reina Victoria. Erwin respeta el legado de sus abuelos, bisabuelos y tatarabuelos, la gran familia Creed es hijo del maestro perfumista Olivier Creed. Ha contribuido a la creación de Love in White, Fleurs de Gardenia, Virgin Island Water y Original Vetiver, entre otras.
Un hombre clave en la histórica House of Creed. Su pasión por la velocidad y el diseño ha dado un nuevo aire a la firma y revitalizado la tradición familiar. Entre los olores de su infancia en París, le gustaba el de la gasolina. Recientemente, Erwin se mudó de París a Suiza, impulsado por su deseo de estar cerca del circuito de pruebas para su coche de Fórmula X y por el anhelo de criar a sus dos hijas pequeñas, Penélope y Paloma, en el aire puro de los Alpes. De Padre a Hijas el legado continúa.
“Yo sé de la importancia de un legado, al tener dos hijas, es un motivo más para seguir esta saga llena de historia” y nos habla del ADN de la compañía durante siglos: “Creo que nuestro ADN está implicado en crear perfume, de calidad, no me preocupa pensar que sucede en el mercado para hacer un best seller, trabajamos con una visión para la marca, no siguiendo los patrones de compra del consumidor, queremos innovar, queremos hacer las cosas en las que creemos, calidad innovación, pocos perfumes lo tienen”, sentencia y cita las fragancias de Yssey Miyakey Angel de Thierry Mugler, como poderosas.
Y afirma, “usamos productos naturales, lo mejor de la naturaleza, tenemos un compromiso con la sostenibilidad que es clave para crear fragancias, cuidamos la producción desde sus orígenes, sobre el terreno. Buscamos los mejores ingredientes naturales. Busca la excelencia, “como en el mundo del vino señalan con la palabra Millesime, que es un nombre bonito poderoso, para hablar de una gran cosecha. Algo icónico. Así definimos una colección que es muy exclusiva”. “El proceso creativo forma parte del éxi- to de Creed, nosotros creamos a partir de los ingredientes, buscamos nuevos, vetiver con diferentes matices, gardenias distintas, queremos intentar un perfume nuevo, con técnicas exclusivas, como Love In White, Virgin Island Water, Himalaya y Original Vetiver. Los mejores ingredientes destilados en el mejor momento”. Dice con orgullo.
Los viajes también forman parte de su tarea, puede estar en diez ciudades en una semana. “Los viajes inspiran, no tanto por los ingredientes, si no como una nueva forma de vivir los aromas, el jazmín de la India y Egipto son diferentes, el vetiver es muy distinto en diferentes lugares, y cuando tenemos un producto que nos gusta debemos tener garantía de que el productor es capaz de darnos el mismo olor, y la misma calidad”.
Le gusta viajar, acaba de llegar a México, “y me ha encantado el espíritu alegre, la energía, me gusta conocer la cultura la comida local, y me ha encantado, me gustaría venir con mi familia a conocer México sus pueblos, calles y culturas, destinos como: Yucatán y cuando hago runnning al amanecer ya veo a que huele cada ciudad con el roció. El jazmín en la mañana tiene un olor especial es cuando se abre y después en la noche. Es como una música de bajos decibelios” describe.
El propio Creed nos habla de la moda que le gusta. Me identifico con el estilo clásico, discreto, elegante. Busco lo que creo que me siente mejor, como Loro Piana, buenos tejidos, no sigo las tendencias, no me gusta la moda flashy, ni el estilo de exhibir dinero y logos”. Su reloj “un Rolex Pepsi”, nos señala. Confía con sus hijas continuar el legado que se lee en sus botellas de fragancias Original Vetiver, “de padres a hijos desde 1760, con el desafío constante de “preservar la biodiversidad y rescatar las mejores fragancias de la naturaleza”.
