RETRATO: ANA HOP
La llegada de la exposición de Gabriel Orozco al Museo Jumex es todo un acontecimiento cultural, tanto por el tiempo transcurrido en que el creador mexicano no exponía de manera monográfica como por la envergadura de la muestra que se une a sus creaciones en el parque de Chapultepec. Es el artista más internacional de México. Gabriel Orozco (Xalapa, Veracruz, 1962) es sin duda una figura clave del arte contemporáneo mexicano y universal. Estudió en la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la Universidad Nacional Autónoma de México (1981-1984) y en el Círculo de Bellas Artes de Madrid (1986-1987). Ha realizado numerosas exposiciones individuales en todo el mundo, incluida su gran retrospectiva en el Museo del Palacio de Bellas Artes de México (2006). La exposición Politécnico Nacional mostrará la versatilidad de un artista que trabaja en diferentes terrenos y reinterpreta objetos cotidianos a los que da una lectura única y genuina.

La muestra presenta obras de escultura, pintura, fotografía, dibujo e instalación, ade- más de sus proyectos de arquitectura y sus diseños para jardines, parques y puentes. En total podremos ver una auténtica antología del autor con más de 300 obras. Algunas muy icónicas del autor como Cuatro Bicicletas, Dark Wave, o la DS. Para la exposición, se presentará una nueva versión al aire libre de su obra Ping Pong Table (1998), en la plaza del Museo Jumex. Un versión lúdica y creativa del tradicional juego. El público podrá jugar con esta pieza que presenta dos mesas de pingpong cortadas y dispuestas alrededor de un estanque artificial. Esta es una de las muchas obras basadas en juegos que se exhibirán en esta muestra, y da cuenta del prolongado interés del artista en la idea de la escultura en el ámbito público. El plan maestro de Orozco para el Bosque de Chapultepec, incluyendo su Calzada flotante (2023), es hasta la fecha su proyecto público más ambicioso, transformando el uso de un paisaje en el corazón de la Ciudad de México. Recientemente el artista invita a colegas, curadores y galeristas a atravesar la calzada flotante que diseño para unir dos de las secciones del bosque urbano.

La obra pública siempre ha sido parte del interés de Gabriel Orozco y veremos algunas de sus creaciones y proyectos monumentales. Orozco es un artista que se adapta a su entorno y propone ideas nuevas en diferentes espacios. La curaduría de esta exposición corre a cargo de uno de los mejores especialistas en su obra, Briony Fer, quien durante más de dos décadas ha sido una de las principales interlocutoras e investigadoras de la obra de Orozco. Fer es profesora de Historia del arte en la University College London y miembro de la British Academy. Las obras expuestas comprenden varias piezas de la Colección Jumex, así como préstamos de 36 instituciones y colecciones privadas de América, Europa y Asia, al igual que las del propio artista. En la exposición se verá cómo el artista ha desarrollado múltiples técnicas y estrategias a lo largo de una importante carrera que comenzó a principios de la década de 1990. El museo destaca de esta exposición que “al observar toda su obra, se puede notar cómo muchos de los intereses que desarrolló como joven artista siguen motivando su práctica hoy en día. Por ejemplo, desde sus comienzos se interesó en los juegos, tanto reales como imaginarios, especialmente en la relación precaria entre las reglas del juego y los efectos del azar.

La importancia de hacer un movimiento en un juego –e imaginar el arte como una serie de movimientos o jugadas que llevarán en direcciones impredecibles” continúa impulsando su trabajo. Orozco también ha interrogado siempre la relación del arte con la naturaleza y el planeta. En su vocabulario, las “constelaciones” no sólo son parte de un sistema planetario, sino que se aplican a agrupaciones de objetos reales en el tiempo y el espacio”. El Museo Centro Pompidou le dedicó una gran exposición y así definió su obra, “Gabriel Orozco se impuso a partir del comienzo de la década de 1990 como uno de los artistas más importantes de su generación. En desplazamiento constante, sin taller fijo, rechaza las identificaciones nacionales o regionales, y extrae su inspiración de los diferentes lugares en los que vive o viaja. Su trabajo se caracteriza por un profundo interés por los elementos del paisaje urbano y del cuerpo humano. Los incidentes del día a día y de lo habitual, cuya poesía es la del azar y de la paradoja, nutren su trabajo”.
En “Politécnico Nacional” los espacios del Museo Jumex ofrecen múltiples miradas y se puede apreciar de manera global las diferentes etapas del creador, vemos la unión entre el arte y el mundo de los objetos cotidianos. Aire, tierra y agua también participan de su obra e inspiración. “Esta esperada exposición de Gabriel Orozco nos recuerda el profundo impacto que ha tenido el artista, no sólo en México, sino en la escena artística mundial”, dijo Eugenio López, presidente de la Fundación Jumex. “Su capacidad para desafiar nuestra comprensión del arte “ya sea a través de esculturas sutiles o proyectos monumentales” no deja de sorprendernos y mantenernos cautivados. La obra de Orozco trasciende fronteras y es un honor compartir con el público este variado conjunto de obras”.