Los 5 yates de alto rendimiento más espectaculares

Los fabricantes de motores fueraborda lanzan modelos cada vez más grandes, fuertes, sofisticados y complejos, hasta llegar a alcanzar una potencia de 627 hp. ¡Más de la que ofrece un Ferrari Portofino, que cuenta sólo con 600 caballos de fuerza! El motor fueraborda, creado en 1909 por Ole Evinrude, pro- pulsa hoy, en Estados Unidos, alrededor de 12 millones de barcos, cinco veces más que todos los otros tipos de motores marinos juntos. Un motor tan cool para el mercado que los fabricantes de barcos se han tenido que adaptar a esta tendencia. Tanto que, sobre todo en Estados Unidos, la opción outboard está disponible también para cascos grandes y pesados de hasta 60 pies. Este incremento en las dimensiones de los barcos y en la potencia de los motores fueraborda ha impactado diferentes tipos de embarcaciones, incluyendo los rigid inflatable boats (RIB), las embarcaciones neumáticas.

El uso del caucho para fabricar los barcos se remonta a finales del siglo XIX. Desde entonces, la embarcación neumática ha vivido una profunda evolución: de ser un medio práctico y desmontable, versátil y a la vista de todos, se ha vuelto un verdadero yate de caucho. Este material permite embarcaciones imponentes con cabinas, baños, cocina y sala; embarcaciones juveniles, deportivas, a las cuales les gusta lucir los caballos de sus potentes motores fueraborda, alinea- dos en la popa. Sin embargo, una cosa es tener mil o más caballos de fuerza escondidos en el cofre —como pasa con los motores marinos de otros barcos— y otra es ostentar esta potencia, tenerla a la vista para presumirla a todos, pues no pasará desapercibida a los apasiona- dos de la velocidad. Los grandes RIB cuentan con cascos que ofrecen un excelente desempeño y regalan emociones al aire libre parecidas a las de un convertible. Algunos armadores de grandes barcos eligen los maxi-RIB como unidades veloces de transporte y los combinan con sus mega yates.

Se pueden usar como maxi tender para alcanzar calas escondidas o en modalidad fast commuter para llegar rápidamente a tierra y atracar en un puerto deportivo sin pasar desapercibido. Para embarcaciones de dimensiones más grandes, se puede también encontrar un RIB con motores inboard que generan caballos de fuerza desde la sala de máquinas. Si bien es cierto que en este caso no reluce la potencia del motor, también es cierto que el barco gana habitabilidad en la popa, con más espacio bord de mer, muy difícil de replicar en otros tipos de barcos.

El cómodo caucho donde uno se sienta o se tira al mar conserva uno de los principios que motivaron su creación: la versatilidad. Cualquier pasión acuática se puede experimentar con una embarcación neumática y, a veces, incluso permite mejorarla: buceo, pesca (algunas embarcaciones neumáticas no se ponchan), esquí acuático, avistamiento de ballenas… o simplemente el goce del mar de cara al sol. Ningún problema: arriba del RIB se puede hacer todo esto. Algunos maxi-RIB parecen votados a la convivencia para disfrutar el tiempo con los amigos o la familia que ama vivir el mar en su oleaje. ¿Una fiesta a bordo? Ningún problema. También es posible porque se trata de un barco muy estable y que balancea poco, por lo tanto ideal para organizar una fiesta. Y si el espacio para la ocasión no es suficiente, se puede elegir el RIB transformer, que tiene la capacidad de abrirse para crear una superficie aún más grande y usarla según el gusto y las necesidades del momento.

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